miércoles, 21 de agosto de 2013

No sé



No sé en qué momento empecé a odiar este cuerpo:
sus selvas y serpientes.  
La ceniza de sus días, el movimiento ondulatorio de sus formas.

No sé en qué momento
el escarabajo creció en mi pecho
y pellizcó suavemente el corazón,
para subir después a la garganta
y enloquecerme las neuronas.  

En qué momento la ansiedad,
el miedo a los cuchillos,
las voces de otros muy dentro de mi cabeza.
Tener que cerciorarse de que el corazón late
tantas veces por minuto,
y mi brazo no está dormido
y que el calambre no es real.

No sé en qué momento la inquisición de las palabras:
abrir la boca solo para mentir.
Atar a la bestia en corto, 
silenciar su gruñido, 
la tormenta atronadora.
                                                                                                                                                           
En qué momento la necesidad terrible
de comer vísceras de otros:
ser depredadora de los que no se dan,
ajo para vampiros, mosquita muerta, estatua de sal,
cuerpo podrido cubierto de moscas y hedor.
 
 
De la gangrena pesada de mis pies,
no sé nada, no la entiendo
pues siempre quise correr.

De no caminar más de dos pasos
y dar la vuelta, intuyo la simple huida
el miedo a la aventura:
arqueóloga cómoda desde el sillón.

De engullirme mil espadas,
y atravesarme la garganta una y otra vez,
sé que es el miedo a la voz sincera:
saber que para escucharme
debo saltar al vacío
con mi terror a las alturas y
sin paracaídas.

Y no sé, en qué momento,
se reveló la tierra fértil,
los bellos buitres comiendo el cadáver,
la vida fresca que asoma en una esquina, 
carne tierna para mis lobos.

En qué momento brotaron las flores y las moras.
En qué momento rio y salamandras.
En qué momento las mareas,
orcas y ballenas de mi vientre.

No sé en qué momento pero están.
aúllan y dan coletazos,
quizás es cierto,
desde siempre están.

Los siento en el estomago,
expanden fronteras,
infinitos fuegos de infierno,
impasibles y sin miedo.

No sé,
presiento que no se rinden.

No sé, 
los reconozco,
los sospecho, 
los intuyo. 

Los sé.